La Unión Europea sigue financiando la llegada masiva de inmigrantes ilegales. Un total de dos millones de inmigrantes irregulares habrían recibido tarjetas de débito con un coste total de 1.550 millones de euros para las arcas de la Unión Europea.
Según ha denunciado el propio Gobierno húngaro, «más de dos millones de inmigrantes han recibido tarjetas de débito anónimas para gastar dinero sin control alguno».