Lo denunciado por la tuitera @mamerobubble a través de su cuenta de Twitter es una de esas cosas que podríamos calificar de surrealistas. Mara pretendía ir con su hijo de 6 años a una piscina municipal del Distrito de Hortaleza de Madrid. Y algo como eso, que no tiene nada de particular, se convirtió en una experiencia surrealista para ella y para su hijo.
Los responsables de la piscina obligaban al niño a cambiarse solo en el vestuario de hombres porque ella no podía acompañar a su hijo al vestuario de menores, ni el niño podía cambiarse con su madre en el vestuario de mujeres para no “ofender al resto de las mujeres”. La solución que le daban a Mara es que el niño se cambiara solo en el vestuario de hombres o que fuera a la piscina acompañado de su padre.