La economía española cerró 2018 con 3,3 millones de parados. Así lo constata la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre del pasado año. Hablamos, por tanto, del nivel más bajo desde 2008 y de un descenso de 2,7 millones de personas desde el máximo alcanzado en 2012, coincidiendo con los peores momentos de la crisis.
Sin embargo, a pesar del cambio a mejor que hemos vivido en los últimos años, resulta preocupante comprobar lo enquistado que sigue estando el desempleo en algunas regiones españoles. Y es que, dependiendo de la comunidad autónoma en que nos fijemos, el paro puede oscilar en torno al 10% o situarse por encima del 20%.