El cine español vuelve a estar en el punto de mira de los contribuyentes. La gala de los Premios Goya pone de manifiesto un sinfín de títulos y nombres de guionistas, productores y directores casi desconocidos para todos, pero subvencionados por todos.
El sector cinematográfico sigue devorando amplias partidas presupuestarias que fuerzan su supervivencia, año tras año. Así, en 2019, el PSOE, ni corto ni perezoso, aumentó un 10% las ayudas al gremio de cineastas con un distribuidor selectivo al que los interesados conocen muy bien: el Instituto del Cine y las Artes Audiovisuales (ICAA).