Fue una noche de terror extremo, que dejará a una madre y sus dos hijas, de 10 y 11 años, traumatizadas de por vida. Tres marroquíes entraron en la casa, en Galapagar, pusieron las navajas en las gargantas de las niñas y amenazaron:
- ¡Las vamos a violar! ¡Las vamos a matar! Danos todo lo que tengas.
En una situación de máxima ansiedad, aterrorizada, la madre fue acompañada al cajero y sacó todo el dinero disponible, para salvar la vida de sus hijas. Mientras iba toda su mente estaba en que no les pasara nada a sus niñas situadas en la terrible posición de rehenes.
Por Javier de la Calle