El Tribunal Supremo ha situado a Rodrigo Rato a las puertas de la cárcel. El alto tribunal mantenía la pena de cuatro años y medio de prisión que impuso la Audiencia Nacional al expresidente de Bankia por un delito continuado de apropiación indebida por el caso de las tarjetas black.
Las penas para el resto de los 63 condenados oscilan entre cuatro meses y cuatro años, en función del dinero gastado. Los responsables de la entidad y los beneficiarios de la tarjeta, concluye el Supremo, dispusieron «a su antojo» del dinero de la caja para gastos personales «sin control de ninguna clase y sin reflejo fiscal».
Por Salomon Lush