El buenismo que se tiene con los inmigrantes ilegales que llegan a España para delinquir y atemorizar a los españoles parece no tener límite, puesto que muchos de ellos, pese a ser detenidos decenas de veces, siguen sin ser expulsados de España.
En esta ocasión, los Mossos d’Esquadra han tenido a un marroquí de 27 años, residente en Barcelona, por haber protagonizado dos robos con violencia en el barrio del Raval.