Cuando apenas existía información y el fuego que ha devastado la catedral de Notre Dame estaba todavía descontrolado, las autoridades galas lo primero que hicieron fue anunciar la accidentalidad del incendio. El relato oficial pudo el foco en una supuesta negligencia de los trabajadores que realizaban trabajos de reforma en el templo parisino, uno de los principales iconos de la Cristiandad.