Este viernes se conocía la decisión de Renfe de suspender al vigilante de la estación de Sants de Barcelona de racismo por el simple hecho de exigir el billete a un pasajero que se había saltado el control.
La plataforma SOS Racismo, como suele ser habitual en su forma de actuar, acusó de racista al vigilante de seguridad por el simple hecho de hacer su trabajo.
De momento, se ha abierto un expediente informativo para aclarar la situación. Renfe ha anunciado: “Como medida cautelar, el vigilante ha sido retirado inmediatamente del servicio de Renfe hasta que se aclare el pertinente expediente informativo abierto al respecto”.