Un paso en falso más que precipita a la perspectiva de género por el abismo del despropósito.
Lo ha dado el socialista Javier Lambán, que ha distribuido de la mano del gobierno aragonés un manual en el que se explica a los funcionarios cómo deben dirigirse a los ciudadanos. En el mismo se trata «el lenguaje inclusivo» como necesidad para crear una sociedad «igualitaria y respetuosa»
Dirigido a las administraciones públicas, el Gobierno de Aragón lo tiene claro. Su «Lenguaje inclusivo con perspectiva de género» tiene miga: se recomienda a los funcionarios que en vez de decir «el niño» o «la niña», usen alternativas inclusivas como «la criatura» o «la/el infante».